Al ajustar adecuadamente la longitud de onda del láser y la duración del pulso, el láser puede penetrar la capa superior de la piel y luego alcanzar el folículo piloso. Luego, la energía luminosa será absorbida y convertida en energía térmica, la cual puede destruir el folículo piloso. Así, el láser hará que el cabello pierda su capacidad de regeneración sin destruir el tejido circundante.

Después de que el cliente recibe el tratamiento, el cabello crece cada vez menos, crece más lentamente, se vuelve más delgado y su color se aclara progresivamente. El crecimiento del cabello se estabiliza después de 6 meses, y a los 9 y 12 meses ya no crece. El 90% de los pacientes logran una depilación permanente, y el cabello regenerado se vuelve más fino en diámetro, más claro en color y natural.